Tomar una cerveza al día es algo sumamente positivo. Estudios recientes demostraron que la ingesta diaria moderada de esta bebida alcohólica protege el corazón e incluso puede mejorar la función cardíaca global, disminuyendo el riesgo de tener un infarto en pacientes con un alto riesgo cardiovascular.
El dato fue presentado por la American Heart Association, la Asociación del Corazón de Estados Unidos, basado en un estudio de la Pennsylvania State University.
La investigación duró 6 años e involucró el análisis de niveles de colesterol y bienestar general de 80.000 personas.
Probó que los que toman alcohol en forma moderada tienen niveles más altos de “colesterol bueno” que los que no beben nada.
Las lipoproteínas de alta densidad, así se llaman, disminuyen con la edad y son las que protegen al corazón para evitar que construya colesterol malo (ese que hace que dificulta el flujo de la sangre).
El descenso de estas proteínas es menor en los casos que beben dos pintas por día (si son hombres) y una por día (si son mujeres).
“Casi sin excepción, si miramos los números de enfermedades coronarias fatales y no fatales, encontramos que los que beben alcohol con moderación tienen tasas más bajas que los abstemios”, explicó el autor del estudio Shue Huang. “Otra razón para brindar, pero no más de una vez por día”.
Lo bueno es que también mejora la formación de tejido reparativo después de sufrir un infarto. El efecto se debe, sobre todo, a que el lúpulo de la cerveza contiene un antioxidante llamado xanthohumol con efectos protectores en la salud cardiovascular.
Asimismo, el consumo moderado de cerveza produce un efecto beneficioso, con una mejora en la respuesta del sistema inmune contra patógenos externos.