Tiffany Alberts, una madre de 41 años de Indiana, Estados Unidos, enfrenta severos cargos luego de medicar con materia fecal a su hijo enfermo de cáncer. El niño recibía quimioterapia de manera regular en el Hospital de Niños Riley, pero los médicos notaron que sufría retrocesos inexplicables en su tratamiento.
El adolescente de 15 años experimentaba severas diarreas, fiebre y vómitos, lo que desorientaba a los doctores que lo atendían. Al principio sospecharon que podía tratarse de los efectos secundarios de las medicinas que debía ingerir, pero lo descartaron luego de los análisis de sangre.
Los fiscales de Marion County señalaron que Alberts había estado inyectándole materia fecal en las venas. Los cargos que pesan sobre ella son siete, entre los que se encuentran el de agresión y de negligencia en el cuidado de una persona a cargo.
Al obtener los resultados de los exámenes sanguíneos, los médicos descubrieron que había rastros de heces en sus células y comenzaron a investigar cómo podía haber ocurrido. No dijeron nada a la madre, que actuaba de manera extraña. Entonces, las autoridades del hospital decidieron colocar cámaras de vigilancia en la sala de cuidados intensivos donde se encontraba el niño. En ellas podía observarse cómo Alberts inyectaba una sustancia desconocida en el brazo de su hijo.
El caso despertó la curiosidad de todas las cadenas de televisión de los Estados Unidos. CNN, Fox News y ABC –entre otras– realizaron numerosos informes en los cuales trataban de hallar una explicación a semejante conducta. The Washington Post y Huffington Post también cubrieron la insólita historia.
La denuncia fue hecha ante la Oficina de Abuso Infantil de Indiana. Allí, Alberts intentó una "explicación": dijo que le había inyectado "agua" porque la medicina que le daban lo "quemaba". Sin embargo, debió admitir lo evidente y confesó que fue ella quien introdujo restos de su propia materia fecal en su cuerpo. La mujer la recolectaba en una bolsa que guardaba en el baño del hospital. Al ser consultada respecto a por qué había hecho semejante acto de irresponsabilidad, dijo que pretendía que el paciente fuera trasladado a otra unidad donde fuera "tratado mejor".
Los médicos ahora están preocupados por el destino del niño. Luego de la "medicina" suministrada por su madre, sufrió un choque séptico que podría resultar fatal para su tratamiento de quimioterapia. Las autoridades detuvieron a la mujer, quien recuperó la libertad al pagar una fianza de 80 mil dólares. Sin embargo, debió trasladarse a Ohio y pesa sobre ella una prohibición de entrar en contacto con su hijo